Elegir la silla de oficina o escritorio adecuada tiene un impacto mucho mayor de lo que se podría pensar. Usar una silla incorrecta, ya sea en casa o en la oficina, puede afectar negativamente tu salud y bienestar, provocando incomodidad o incluso lesiones a largo plazo. Además, una mala elección también puede disminuir tu productividad y rendimiento, tanto en el trabajo como en tus momentos de ocio. Hay varios factores a tener en cuenta para hacer una correcta elección al momento de comprar tu silla giratoria para la oficina o el hogar.
¿Qué sucede realmente cuando te sientas?
Las estadísticas revelan que los trabajadores de oficina pasan aproximadamente el 70% de su tiempo laboral sentados frente a su escritorio, mientras que profesionales como los teleoperadores pasan prácticamente toda su jornada en una silla. Según especialistas en ergonomía, permanecer sentado o en una postura incómoda durante largos períodos puede desencadenar problemas cardiovasculares, circulatorios y musculoesqueléticos, como dolores en la parte baja de la espalda, el cuello y los hombros. En este artículo, exploramos los efectos que tiene sobre tu cuerpo estar sentado todo el día frente a un escritorio y por qué es crucial elegir la silla de oficina adecuada.
Piernas y glúteos
Permanecer sentado durante períodos prolongados puede provocar el debilitamiento y desgaste de los músculos grandes de las piernas y los glúteos. Estos músculos grandes son importantes para caminar y estabilizarse. Si estos músculos están débiles, es más probable que se lesione por caídas y distensiones al hacer ejercicio.
Peso
El movimiento muscular es fundamental para que el cuerpo procese de manera eficiente las grasas y los azúcares que consumes. Cuando pasas mucho tiempo sentado, este proceso se vuelve menos efectivo, lo que provoca que esas grasas y azúcares se almacenen en el cuerpo en forma de grasa. Incluso si haces ejercicio regularmente, estar sentado durante largos períodos sigue representando un riesgo para la salud, como el desarrollo del síndrome metabólico. Las investigaciones más recientes sugieren que es necesario realizar entre 60 y 75 minutos diarios de actividad física moderada para contrarrestar los efectos perjudiciales de estar inactivo durante tanto tiempo.
Caderas y espalda
Al igual que las piernas y los glúteos, las caderas y la espalda no te brindarán el mismo soporte si permaneces sentado durante períodos prolongados. Estar sentado hace que los músculos flexores de la cadera se acorten, lo que puede provocar problemas en las articulaciones de la cadera.
Permanecer sentado durante períodos prolongados también puede causar problemas de espalda, especialmente si se sienta constantemente con una mala postura o no se utiliza una silla o estación de trabajo ergonómicamente diseñada. La mala postura también puede provocar problemas de salud de la columna vertebral, como la compresión de los discos de la columna, lo que lleva a una degeneración prematura, que puede ser muy dolorosa.
Ansiedad y depresión
Aunque aún no comprendemos del todo los vínculos entre estar sentado y la salud mental, como lo hacemos con los efectos sobre la salud física, sí sabemos que las personas que pasan más tiempo sentadas tienen un mayor riesgo de padecer ansiedad y depresión. Esto podría deberse a que, al estar inactivas, pierden los beneficios positivos que la actividad física y el ejercicio brindan al bienestar mental. Si este es el caso, levantarse y moverse con regularidad podría ser una forma efectiva de reducir esos riesgos.

¿Qué sucede realmente cuando te sientas?
Si no realizas suficiente actividad durante el día, no es demasiado tarde para revertir la situación y obtener grandes beneficios para la salud en el proceso. Algunas formas en las que puedes incorporar actividad a tu día son:
Incorpora más actividad a tu vida
Realiza pausas activas cada 30-60 minutos: Levántate, estírate o da una caminata corta por la oficina para activar la circulación y reducir la tensión muscular.
Estiramientos de escritorio: Incorpora estiramientos simples, como rotaciones de cuello, estiramiento de brazos y torsiones de torso, sin necesidad de levantarte de la silla.
Camina mientras hablas por teléfono: Si tienes llamadas, aprovecha para caminar en lugar de permanecer sentado, manteniendo así tu cuerpo en movimiento.
Utiliza una pelota de ejercicio como silla ocasionalmente: Sentarse en una pelota de estabilidad ayuda a fortalecer el núcleo y mejorar el equilibrio mientras trabajas.
Sube escaleras en lugar de usar el ascensor: Si trabajas en un edificio de varios pisos, sube y baja las escaleras varias veces al día para activar las piernas y mejorar la circulación.
Coloca una alarma para hacer micro-pausas: Cada hora, programa una alarma para hacer una pausa de 1-2 minutos en la que puedas estirarte o moverte.
Caminatas durante el almuerzo: Dedica parte de tu tiempo de descanso a caminar por tu entorno, ya sea dentro o fuera de la oficina, para despejar la mente y mover el cuerpo.
Incorpora ejercicios de piernas en tu escritorio: Haz elevaciones de piernas o mueve los tobillos en círculos mientras estás sentado para mantener la circulación activa.
Utiliza una estación de trabajo de pie o ajustable: Alternar entre estar de pie y sentado durante la jornada puede ayudarte a reducir los efectos negativos de estar demasiado tiempo en una posición fija.
Participa en retos de actividad con tus compañeros: Establece metas de pasos diarios o minutos de actividad física junto con colegas para mantener la motivación y fomentar un ambiente saludable.

La importancia de mantener una buena postura corporal
Mantener una postura corporal correcta es esencial para nuestra salud y bienestar diario. Una postura inadecuada no solo puede afectar nuestra apariencia, sino que también tiene un impacto considerable en nuestra salud física a largo plazo. Adoptar una postura correcta contribuye a reducir tensiones musculares y a prevenir dolores crónicos, mejorando nuestra calidad de vida
¿Qué es una postura corporal correcta?
Una postura correcta implica varios factores clave: mantener la espalda recta, evitando encorvarse hacia adelante o hacia los lados; los hombros relajados y alineados hacia atrás; el cuello alineado con la columna vertebral, sin inclinarse hacia adelante o atrás; un equilibrio adecuado del peso corporal, distribuyéndolo uniformemente para evitar sobrecargar un solo lado; y una leve contracción abdominal para proporcionar soporte a la zona lumbar, ayudando a mantener la estabilidad postural.
¿Cuáles son los beneficios de una buena postura corporal?
Mantener una postura adecuada favorece la salud de la columna vertebral al reducir la presión sobre los discos intervertebrales, lo que ayuda a prevenir problemas como hernias o deformidades. Además, mejora la capacidad respiratoria, permitiendo una mejor expansión de los pulmones y facilitando una respiración más profunda. También previene lesiones, ya que una alineación correcta distribuye mejor el peso y reduce la tensión en músculos y articulaciones, evitando desgastes innecesarios. Finalmente, una postura erguida no solo influye en la salud física, sino que también incrementa la confianza y proyecta una imagen más segura y atractiva.